"Año nuevo, vida nueva"
Tras la pausa de las vacaciones estivales, el comienzo en septiembre
del curso escolar y la incorporación al mundo laboral motiva a muchos
occidentales a plantearse retos y transformaciones. Sin embargo, suele
ser en los dìas cercanos al cambio de año cuando se fraguan las
intenciones más decididas.
No en vano, en fechas próximas al mismo coinciden varias celebraciones de renovación:
- El solsticio de invierno del hemisferio boreal, comienzo del año agrícola-astrológico, con el invierno por delante para preparar la tierra y comenzar a sembrar algunos cultivos. (1)
- La Navidad o nacimiento de Jesús.
- La Nochevieja o despedida del año que finaliza.
- El Año Nuevo, comienzo del año civil del calendario gregoriano. (2)
- La festividad de los Reyes Magos (3), reconocimiento de la trascendencia del nacimiento de Jesús y final del período navideño.
Tanto la herencia ancestral (al fin y al cabo nuestras sociedades han sido agrícolas hasta antes de ayer y la dependencia de la tierra continúa siendo vital), como las creencias religiosas y el comienzo del año a efectos civiles, actúan como una levadura que nos conduce a la situación psicológica de "hacer balance" y planificar qué deseamos modificar en nuestra vida y qué nos gustaria incorporar a partir de ese momento. Por eso repetimos, con frecuencia en estas fechas, el dicho "año nuevo, vida nueva".
Casi todos nos planteamos en estos días cambios, sea de un modo consciente o de manera menos reflexiva... Pero si nuestros interrogantes coinciden, además, con períodos vitales críticos (comienzos de la adolescencia y la juventud, crisis de los 40, crisis de los 50, jubilación, fallecimiento de cercanos, enfermedades graves, etc.), la virulencia será mayor.
Caso aparte lo constituyen las crisis espirituales, que si bien pueden darse en cualquier momento del año, estas fechas son especialmente propicias para que se agudicen. Cuando se presentan, es inevitable que las crisis espirituales nos afecten profundamente, exigiéndonos de manera perentoria modificaciones de creencias, objetivos personales y hábitos de comportamiento.
Dada su importancia, es conveniente que las afrontemos utilizando todos los instrumentos que tengamos a nuestro alcance para lograr la Paz y la Sabiduría necesarias para saber qué nos conviene en ese momento de nuestra vida. Ésta es una manera segura de que, después, podamos adoptar decisiones realmente acertadas y útiles para nuestro desarrollo personal y espiritual.
En este sentido, la meditación se convierte en un procedimiento básico para ser conscientes de las "verdades" que han de orientar nuestras vidas. De manera que, una vez pasadas las celebraciones familiares, es el momento adecuado para practicar técnicas meditativas que nos aporten la serenidad y claridad precisas para comenzar con buen pie el nuevo año.
Sin renunciar en ningún caso a la meditación, también podemos recurrir puntualmente a la lectura de los registros Akáshicos personales (4); bien porque nosotros seamos unos expertos en esta técnica o bien recurriendo a un especialista que, dada la trascendencia del asunto, conviene que nos merezca confianza plena y total fiabilidad.
¡Feliz Año Nuevo!
Carlos Calvo
Maestro de Reiki fundador de:
- Sanación Fotónica: https://sanacionfotonica.blogspot.com/
- Christ Energy Healing: https://christ-energy-healing.blogspot.com/
- Sanación con Energía Primordial: https://sanacionprimordial.blogspot.com/
____________(1) En el calendario propiamente astrológico, se considera que el nuevo año comienza en el hemisferio boreal con el equinoccio de primavera (entre el 20 y el 21 de marzo), al entrar el Sol en el signo de Aries.
Algunas
iglesias orientales aún se rigen por el calendario juliano y su Navidad
cae en el 7 de enero del calendario gregoriano. La iglesia católica
armenia celebra su Navidad el 6 de enero.
(2) http://es.wikipedia.org/wiki/Calendario_gregoriano
(3) http://es.wikipedia.org/wiki/Reyes_Magos
(4) http://es.wikipedia.org/wiki/Registro_ak%C3%A1sico
